Un niño y una niña suben al autobús con su madre. Hay un sitio libre y, cuando el niño se va a sentar la madre tira de él y lo mira sin decir nada. El chico cede el asiento a su hermana y la madre le alaba que ha sido un caballero. Unos señores enfrente también reconocen y aplauden el gesto. Sonrisas, comentarios, en bajo y en alto.
Y yo me encojo en mi asiento porque creo que soy la única de todo el bus que no está de acuerdo.
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