
El metro es más frío que el autobús (metafóricamente hablando, que lo de la calefacción es de juzgado de guardia), la gente apenas habla, no se miran (no nos miramos). Pero hay días… Una chica cuenta a alguien que está al otro lado del teléfono lo horrible que ha sido su día. Todos los últimos días.
-Necesito un break -dice.
Sonríe con cara de superioridad y repite más despacio:
-Un break.
Ya se desespera un poco y levanta la voz:
-Un break, tío, bre-ik -separa las sílabas.
Todo el vagón va a estas alturas pendiente de ella. Y entonces dice, ya enfadada:
-¿No sabes lo que es un break? ¿Pero tú dónde has estudiado, tío?
Y antes de que su interlocutor pueda responder, un señor dice bien en alto:
En España, casi seguro.
Y de repente era Navidad en todo el vagón.
NOTA: Santiago García Clairac leyó esta entrada en Facebook y me regaló una maravillosa viñeta:
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